Meliuli

Os acordáis de Wally? Aquel chico con jersey a rayas rojas y blancas que tanto hemos buscado en todos esos libros llenos de romanos, en el circo, en la playa… y siempre con su jersey y su gorrito?

Pues hace poco le vimos como espectador de la New York Fashion Week, me pareció curioso y lo tenía en el tintero, esperando a salir. 

Y aún no salía de mi asombro, cuando siguiendo de pasarela en pasarela, me he encontrado con Wanda! (la novia de Wally) Y ni más ni menos que en la semana de la moda de Milán, vestida de D&G.

Será que se vuelve a poner el modelito de moda?

Es otra de esas cosas que hemos visitado, y que no había tenido tiempo de contaros.  Yo nunca había visto uno en directo, un géiser, y la verdad es que es genial! Parece increible que la Tierra haga estas cosas, que básicamente es un chorro de agua calentita cada 10 minutos, bastante preciso.

El que fuimos a ver es el Old Faithfull Geiser of California, en Calistoga, al norte de la bahía de San Francisco en el valle de Napa. La verdad es que está muy bien montado, porque alrededor del géiser hay unas mesas de picnic con césped, y baños y eso, que siempre es importante.

Tienen una zona como de granja, con «cabras narcolépticas» (o como se llamen, no he sido capaz de encontrar su nombre en español, en inglés fainting goats), que cuando las estresas se tiran al suelo, y se quedan tiesas, como muertas. Son muy monas y majas. Y aunque sé que es de maldad, tuve unas tentaciones de darlas un grito o algo para ver como se tiraban al suelo… Pero como he dicho, sé que es maldad, así que me contuve.

Había dos cabritas muy majas, que parecían siamesas, haciendo todo igual al mismo tiempo, como si estuvieran atadas por un hilo, los mismo gestos, las mismas patadas… Si os hace gracia verlas, sólo tenéis que entrar en YouTube y buscar «fainting goats».

También había cabras de 4 cuernos (que seguro que tienen otro nombre más profesional) y llamas.

Y por supuesto tienda de recuerdos, con su dependiente típico américano de la América más profunda… no sé explicarlo mejor, pero si le vierais (o alguna vez habéis visto uno) sabríais perfectamente lo que quiero decir.

Como veis, otra de las maravillas de nuestra querida California.

Me gusta ADIDAS by Stella McCartney, que el otro día se me olvidó deciroslo.

No me gustan las medias rotas, mías o de otra, que ya os lo he dicho, pero es que no me gustan ni un poquito.

Me gusta el agua, para beber, nadar, ver, jugar, …

No me gustan los tontos que se creen más listos que los demás. Ni los que desconocen sus limitaciones. Ni las personas demasiado modestas, que también hay que saber reconocerse a uno mismo las virtudes.

Me gustan las cosas pequeñas, no aquello de «el burro que sea grande, ande o no ande»…

No me gustan los teclados ingleses… porque no tienen tildes, pero sobretodo, porque no tienen «ñ»! La echo tanto de menos… (cortarla y pegarla no es cosa fácil ni divertida, pero entretiene un montón!)

Y me gusta lo que más, por encima de todo lo del apartado I y el II, y a la misma altura que el chocolate con leche de Nestlé, el mar, haga sol o llueva, el mar…

Estos días me he ido a dar una vuelta para ver que hay en las tiendas londinenses, ya que además fue la semana de la moda de Londres (y la de Cibeles, y ahora Milán y Paris, si no me equivoco), a ver que se lleva este año, o simplemente, cuales de las cosas que me apetecerían este año, están en las tiendas (casi siempre pocas).

El caso es que desde que llegué aquí, yo pensé que en una ciudad como Londres me volvería majareta con la ropa, las compras, todo! Pero por suerte, o no, según se mire, pues no me gusta casi nada. Me parece que no tienen muy buen gusto, y l@s que medianamente tienen algo, no tienen estilo, se ponen cualquier cosa, y casi siempre sólo porque en las páginas fashion del The London Paper hay una foto de algo que ha salido en alguna pasarela y que remotamente se parece, o que al tarado de turno del periódico le debe de parecer gracioso conjuntar esas sobras de ropa que tienen en la redacción, sin orden ni control, sin ser consciente de las consecuencias: la gente le hace caso!!!

Y en resumen, porque me podría líar y alargar eternamente haciéndo una crónica de las vestimentas de l@s londinenses, pues saco dos conclusiones:

– que entro en Zara y el sentimiento es «hogar, dulce hogar…». Es como teletransportarse a España, con sus dependientes tan majos, casi todos españoles, y es que hasta el desorden es a la española más que a la inglesa! (sí, también tienen su propia manera de crear caos en las tiendas de ropa)

– como me gustaría ser rica! No todo el rato, pero un rato de derroche sí, o un premio de esos de «tienes 24 horas para gastarte 6000€ (o GPB = gepebitos = libras)». Y me compraría esas botas de 315 libras, que en realidad no creo que lo valgan, o ese abrigo de Armani Exchange que ví el año pasado… y que no recuerdo ni cuanto valía, pero seguramente por encima de su valor y de mis posibilidades.

Un comentario que no me puedo aguantar: las medias rotas no molan, no son fashion, no quedan bien, y me da igual que las lleve una modelo famosa, el alcalde o Mickey Mouse. Es que nadie más en esta ciudad se ha dado cuenta!!!

Ah! Y una tercera conclusión/moraleja/consejo-a-los-lectores: si os sobran 300 € (o gepebitos, yo ya pongo la diferencia del cambio… ;) me avisais, y yo hago una inversión en calzado/abrigo… que los inviernos son muy fríos en Londres!

Ayer por la noche (sábado noche) tuve mi cena de cumple, y fue en un griego, The Real Greek. Fuimos al que está al lado del Támesis, en el paseo, un sitio chulo por el que habíamos pasado más veces.

Tengo que decir que el primer punto negativo, es que es una cadena o algo así, vamos, que en Londres hay como 8… Y tengo que decir, que cada vez más, se confirma que cuanto más «cadena» es, peor… no sé por qué será. 

Hemos llegado allí, puntuales (teníamos reserva), y nos han dado una mesa que era un churrito, vamos que reservar no vale de nada, porque en realidad nos han dado la mesa que había por ahí a mano, libre, al lado de la puerta y la cocina, en todo el medio. Así que hemos pedido amablemente si nos podían cambiar, y con una gran sonrisa, nos han dado otra.

Hemos pedido, nuestros entrantes, plato principal y bebidas. Han traído algunos entrantes, los fríos, al cabo de un buen rato… ni que los estuvieran haciendo en el momento! Que sólo había que poner un cucharón del bol en un platito! Lo hemos devorado, porque ya llevábamos un ratito allí… pero faltaba un entrante, el caliente… Después de un rato, hemos preguntado si es que se habían olvidado, y no, es que como era caliente… pues tarda más…, claro, el frío casi 20 minutos, el caliente 30? Vale, esperamos… Y después de otro ratito (lo siento, no puedo ser más precisa, estaba aturdida de hambre y vinito con pan … ;) pues vienen y dicen que el entrante que falta que vendrá con el principal, pero si queremos antes, pues el principal espera. NOOO!!! Todo cuando esté, please! Eso sí, todo con gran sonrisa y amabilidad. Así que finalmente nos han traído el principal, hemos empezado, que bien, que rico, calentico, recién hecho, … y cuando ya nos habíamos olvidado, viene el entrante! Eso sí, con unas sonrisas y un sorry.

El postre y café ya mejor, como todo es relativo en esta vida, pues nos ha parecido poco rato ;)

Aunque en la cuenta estaba incluido el servicio voluntario del 13%, que si es voluntario, pues eso, si quieres sí o si no quieres no, no? Así que (con una gran sonrisa y muy amablemente) pues le he dicho que no voluntariábamos el 13% en la cuenta (no se lo han ganado nada de nada). Y hemos voluntariado lo que nos ha dado la gana en efectivo.

En definitiva, un sitio majo, aunque nada del otro mundo, la comida bien, pero normalita, no espectacular, eso sí, el servicio, gente joven, maja, atenta, educada y muy sonriente, pero no rápida!

Sorry, pero no creo que haya próxima vez…

… Cumpleaños feliz …! Bueno, que es mi cumple hoy.

Me despido de los patitos y le doy la bienvenida a la nueva década. Aunque lo hago con elegancia, jeje, a mí de momento no me está causando ningún trauma esto de la edad… No sólo eso, sino que creo que he mejorado con los años (viva la autoestima!). Y para más inri, hace un mes de dijeron, que me conservaba muy bien para mi edad (que aunque no suena muy bien, supongo que es positivo, jeje) y que no aparentaba más de 24… ala! (las cosas que se dicen por ligar…)

Desde aquí, gracias a todos aquéllos que os habéis acordado, gracias a aquéllos como yo, con la mente difusa… que saben el mes pero no el día, y menos gracias a aquéllos que se acordaron y no les dio la gana felicitarme, aunque sus razones tendrán, digo yo…

Y sobretodo, gracias a aquéllos que me estáis haciendo pasar un día genial, semanas geniales, años geniales.

Por cierto, hoy brilla un sol genial en Londres!

El finde pasado fue el Thames Festival, que aún después de haberlo visto/estado, no me queda muy claro lo que es, y cuya página web no ha sido de mucha ayuda… así que en conclusión creo que la excusa era algo así como despedir el verano, que me parece tan buena excusa como otra cualquiera, para poner puestecillos de comida y (sobretodo) bebida por la calle, conciertillos, hacer un desfile/carnaval y unos fueguitos artificiales, que siempre animan mucho.

La verdad es que la comida la probamos, y que quede constancia de la dificultad infinita de comerse un perrito gigante con muuucho ketchup a oscuras en un banco, bebida poca, que hacía un frío del carajo y lo que apetecía era un chocolate calentito (la prueba era la enorme cola del Starbucks).

Los fuegos artificiales majos, no demasiado espectacular comparados con los otros que hemos visto en cualquiera de las miles ocasiones en que esta gente se pone a iluminar el cielo, con o sin excusa.

Y lo que nos vimos enterito fue el Night Carnival, que era una especie de «cabalgata de Reyes», pero sin Reyes Magos ni caramelos, muchos trajes bonitos, algunos regionales (Peru, los Aztecas, …), luces y música y baile para animar y, sobretodo, no quedarse frío.

Vamos, que aquí cualquier motivo es bueno para organizar una fiestecilla por la city.

Últimamente me estoy poniendo al día en moda, porque aunque me controlo, soy de aquellas que se compraría todas las revistas del mercado… Vogue, Elle, Vanity Fair (descubrimiento reciente), … así que en favor de mi micro-economía doméstica, pues me he subscrito a sus blogs.

Y con este update que ha coincidido con la New York Fashion Week, pues me he visto todas las presentaciones de las colecciones primavera/verano 2009. La verdad es que hay de todo y para todos los gustos, pero básicamente hay 3 grupos:

– los diseñadores que se dedican a hacer cosas raras, que si vieras en una percha, no sabrías por donde ponértelo, y que les endosan a las pobres modelos, la mayoría de las veces, raquíticas, a las que peinan y pintan (no maquillan…) como si el estilista estuviera cabreado con el universo.

– aquéllos que aunque hacen cosas más o menos raras, al menos tienen un toque «divertido» y hasta con estilo. En este grupo creo que pondría a Marc Jacobs, que me cae hasta bien (aunque esa vena que le ha entrado con llevar falda… no coment)

– los de estilo más clásico (relativamente hablando, claro) y que aún así cada año innovan y hacen cosas diferentes. Sus modelos, son flaquitas o muy flaquitas, pero parecen humanas. Además los modelitos son diferentes unos de otros, no reciclan partes de arriba de un vestido, con partes de abajo de otro, para hacer un tercero… que eso es trampa!

Con lo que llevo visto hasta ahora, en mi vida y en esta semana (muy bien visto por cierto en la web del Telegraph), me quedo con Carolina Herrera y Oscar de la Renta, son mis más favoritos del mundo! y me lo compraría casi todo… todo no, porque a veces se les va la puntada y hacen alguna cosita rara ;)

A algunos ya os puse los dientes largos con este sitio, cuando volvimos de San francisco este año, aunque a la mayoría creo que no os he hablado aún de este lugar paradisíaco, al norte de la bahía de San Francisco, en Calistoga, en el valle de Napa. 

Es un SPA llamado Indian Springs, que tiene un géiser de donde toman las aguas termales y las cenizas volcánicas para los tratamientos y baños de barro (del géiser de Calistoga, otro, os hablaré en otro post, lo merece). Es un sitio genial, donde todo es relax. Para empezar, tienen un reloj en la recepción y entrada a la zona de tratamientos, que está retrasado 10 minutos y dice «hora SPA», para que no vayas con prisas. Tienen cottages y el lodge (el edificio de habitaciones, que es donde estuvimos). Las habitaciones tienen una puerta de entrada principal, y una trasera que da a una terracita donde puedes desayunar y donde te dejan la prensa por la mañana. Aunque si estás en el piso de abajo, la parte de atrás tiene un mini-jardín con una fuentecilla relajante. El kit de bienvenida de las habitaciones tiene las típicas muestras de baño, que en este caso eran de L’Occitane y de la marca del SPA (geniales!), miles de toallas, y albornoz para estar por el resort. Y además agua mineral embotellada de su marca Indian Springs y galletas oreo. 

Por todas partes hay fuentes con agua fresca para beber, con pepino. Y en todos los baños hay jabón y crema hidratante de pepino (es estupenda), gel, champú y crema suavizante para el pelo donde hay duchas, peines, y muchas muchas toallas. En la zona de SPA además hay más albornoces y toallas, bastoncillos para los oídos, palitos de naranjo y fruta fresca cortada y pelada! (de lo mejor…)

Tiene una piscina de agua termal, que sale ya calentita, tanto que a veces cuesta entrar… y que está abierta todo el día desde las 6 am hasta medianoche. En esta zona hay tumbonas, y además una chimenea (no sólo de adorno, encendida) con sillones. 

Al final del tratamiento puedes pasar al estanque de Buda, que debe de ser más que digno de ver, aunque nos los perdimos por las prisas, las nuestras, porque queríamos ver todo el valle de Napa y el de Sonoma en 3 días, y ya íbamos por el segundo y menos de la mitad de la ruta…

Todo eran detalles (la foto central, el delfín, es una llave de paso), el personal superamable, ningún problema por llegar de noche ni para dejar tarde la habitación, ni por nada de nada, vamos, que todo son facilidades para boicotear al stress y llamar a la paz interior y la tranquilidad.

No sé qué más deciros para transmitiros y convenceros de lo genial de la experiencia. Así que si pasáis por allí, o cerca, o no tanto, pero os podéis dedicar unas horas, días, semanas, … (yo me mudaría allí para siempre!) de mimos y culto al cuerpo y alma, no dudéis en acercaros, no os decepcionará seguro.

Últimamente parece que se haya puesto de moda, aunque hace ya tiempo que conocemos sus propiedades, especialmente para el cuidado de la piel. Hace unos años alguna gente empezó a tener en su casa una maceta con un Aloe, y hasta Mercadona incorpora los principios activos del Aloe vera a sus cremas (por cierto, la de cara, en una caja verde, estupenda!). Existen muchas especies de Aloe, todos con propiedades casi mágicas para la belleza y la salud, según quién te lo venda…, y aunque no conozco la receta exacta, no es difícil prepararte tu propio gel de Aloe vera en casa. 

Todo esto para enseñaros esta foto…

… que en realidad no es Aloe vera, sino Aloe polyphylla (seguramente también casi mágica para casi todo…) tomada en el Jardín Botánico de San Francisco (en el Golden Gate Park).