En las últimas semanas en Londres, además de recoger y organizar papeles, traslado, fiestas y cafés varios, … pues hemos hecho el remate final de «cosas que ver en Londres».
Estuvimos en Monument, subimos hasta arriba, los 311 escalones y recibimos nuestro correspondiente certificado al salir :)
El monumento (que tenía otro nombre al principio, pero no «agarró») se construyó en memoria del gran incendio de Londres de 1666 en el que básicamente, no quedó casi nada, y marca un antes y un después de muchas cosas en la ciudad, edificios y lugares.
Al salir además toqué el piano.
No sé si recordáis que hablé una vez (o igual no, pero tuve la intención) de un «evento» en Londres, en el que habían colocado pianos por las calles por toda la ciudad y cualquiera podía tocar un ratito, mucho o poco, bien o mal. Supongo que ya llevaban algún tiempo cuando lo toqué yo, porque el pobre había sufrido más que mucho, y había muchas teclas muditas… así que cualquier melodía se convertía en un silencio con alguna nota suelta.
También hemos visitado la catedral de Saint Paul.
Es enorme, y merece la pena totalmente subir los tropecientosmil escalones para subir a las cúpula. Mi queja al respecto es que la entrada es bastante cara (unas 13-15 libras) y te dan un papelito de la catedral, que uno espera que tenga alguna información… pero en realidad no. No dice nada de la catedral, arquitectura, qué ver, ni siquiera el año de construcción! Vamos, que me parece que por ese precio, ya podían contar algo más… no?
He subido a las torres que sujetan Tower Bridge, es decir, el puente bonito (que por si acaso no sabéis, no es London Bridge…), que tienen una exposición sobre la historia del puente, su construcción, ingeniería, …
He tomado el té en un sitio posh con teteras muy pijas, pastelitos, etc… y con un camarero a nuestra disposición al 150%, visitado la zona de los templarios, castillos, catedrales y jardines secretos… el ballet, alguna que otra excursión…
… y siempre se deja algo para volver, no?