Meliuli

Sí, así se llama el invento, y veréis por qué…

A alguien se le ha ocurrido re-inventar el tenedor con el se hace el típico avioncito al niño que no come… con esta nueva «herramienta» no habrá enano que se resista a comer lo que le den!

Es una campaña publicitaria de Bisley, una empresa que vende organizadores, ficheros, cajoneras, archivadores, …

Pues eso.

Una vez más, alguien ha encontrado un uso fantástico a algo (más o menos) cotidiano y que todos tenemos en casa…

Según explican en No puedo creer que lo hayan inventado…, sólo hay que bajar todos los interruptores y viajarás como un siglo atrás en el tiempo… ;)

El mundo está loco, pero esta foto me encanta.

Os presento a la competencia del famoso «corazón abrazador» de Ikea… sabéis cuál digo, no?

Llevo ya una semana y media buscando, de forma intensiva, un vestido para una boda que tengo en menos de dos meses… y por la poca emoción que pongo, deberíais haber deducido ya, que es una caza y captura sin éxito, aunque no desespero (aún)!

Conclusión #1 – ir de compras y no comprar nada no tiene tanta gracia ni es tan divertido…

Conclusión #2 – para compensar el sentimiento de «frustración» compro cosas que no necesito tanto… ;) pero luego las devuelvo, jeje

Conclusión #3 – también compro cosas que más o menos me hacen falta, y que si estuviera buscando, no encontraría… como las de la foto…

Las zapatillas Nike Luna Racer para correr son la pera limonera! Estoy muy contenta con mi la compra, y eso que fue online un poco a ciegas con la talla… pero perfectas! Fenomenales.

La camiseta de Adidas, aparte de quedarme como un guante (de algo tiene que servir el esfuerzo que hay que hacer para meterse dentro… ;) es muy cómoda, y al correr no se sube, que parece una bobada, pero no es fácil de conseguir…

Y la mantita de picnic, pues aún no he tenido la oportunidad de estrenarla, pero estoy muy contenta con la adquisición, porque todas las que había visto estaban en la categoría de «feas», «muy feas», y «horripilantes-al menos las manchas no se verán»…, y ésta obviamente no pertenece a esos grupos, sino al de «soy la mantita perfecta, y además va con la cesta de picnic que compraste el año pasado».

Partiendo de la base, de que los elefantes me encantan…

Forman parte de la (larga) lista de «cosas que me gustan…» :)

Muchos ya le conocéis, él es Henry, probablemente la aspiradora más conocida y utilizada en UK, casi todas las casas tienen una y las tiendas también! Es simpático ver cómo todos sacan a pasear a su Henry cuando cierran los comercios.

Hace unos meses, descubrí a su hermano diminuto de sobremesa… y la semana pasada encontré al resto de la pandi!

Charles, George y Hetty

Y al mirar en la web, a quién encuentro?

James! 

Toda una familia empresaria… y currante ;)

Ayer por la noche fuimos a cenar al restaurante Inamo, en el Soho de Londres. Es un restaurante de comida oriental de fusión, por describirlo de alguna manera, pero lo que realmente define el sitio, es su tecnología, que hace que sea un concepto de restaurante totalmente distinto al habitual, un tanto futurista.

Hay dos proyectores por mesa, uno para cada comensal, que proyecta en la mesa un menú por el que puedes navegar con tu ratón, porque también hay un ratón táctil. Eliges tu comida, tu bebida, los acompañantes, cualquier cosa que necesites, a través de tu «mesa», y a tu ritmo, sabiendo que cada plato que pides tarda unos 15 minutos en llegar a tu mesa.

En las opciones de comida y bebida, al ir pasando por cada uno de ellos, ves en tu plato una imagen de cómo será, y además puedes ver en directo qué está pasando en la cocina, ver la cuenta individual y de la mesa, cambiar el «fondo de escritorio» con diferentes imágenes y colores, juegos tipo puzzle o el clásico «hundir la flota», …

La comida hay que decir que estaba todo muy bien, con una presentación estupenda, y buenísimo. Aunque nos pareció que los platos principales no estaban muy equilibrados en cuanto a tamaño, algunos estaban bien, pero otros eran casi otro aperitivo.

Y en cuanto a las bebidas, tienen todo tipo de cócteles, a cada cual mejor, todos con un toque oriental, como el sake martini, el sake mojito o el inamo, que lleva chilli. También probamos el sake rosado espumoso, muy rico y aromático también.

Los postres muy vistosos y por supuesto estupendos, aquí una muestra…

Es muy entretenido, y al principio da la impresión de que es un poco anti-social, porque cada uno está inmerso en su menú, sus platos, sus juegos, fondos y colores… y parece que la conversación decae, aparte de decir todo el rato «como mola!», «es genial!», «has visto este juego?!», … Pero una vez, que ya has arrancado y empezado a pedir, la cosa vuelve a la normalidad ;)

En cuanto al precio, pues hay que reconocer que es bastante caro, pero la verdad es que es un sitio original y diferente, divertido y además la comida está buena, no tenemos queja de nada, aunque no es un sitio para ir todas las semanas… sería una ruina!